La consultora Roland Berger publicó un estudio analizando los retos de la transformación digital en España y su efecto en la economía. En el estudio, Joan Rosell, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, expresó que “Los países que no impulsen su proceso de digitalización no estarán en el círculo de la creación de riqueza”.
La implementación de la transformación digital mediante la adopción de la tecnología digital más reciente y de vanguardia no solo permite replantear las estrategias de negocio a través de la definición de nuevos planes que conllevan a cambios organizacionales, sino que además impulsa el aumento de las ganancias. Esto implica que cualquier empresa tenga mayor capacidad de generar impacto en los diversos ecosistemas empresariales al tener acceso a nuevas oportunidades de negocio para participar en la economía global.
Actualmente, España ocupa el puesto número 45 en el ranking de las economías más digitalizadas. El estudio también indica que la adopción de procesos de transformación digital podría impactar favorablemente la economía del país, aumentando su valor 120.000 millones € para el año 2025.
Aunque la pandemia ha acelerado la transformación digital de las empresas, muchas aún no terminan de dar el salto, intimidadas por factores como los costes, deficiencias técnicas, la carencia de conocimientos o simplemente por resistencia al cambio.
Lograr la digitalización de la economía española es una tarea ambiciosa pero no imposible si se saben aprovechar las oportunidades que brindan las tecnologías digitales. Por tal razón, para impulsar el proceso de transformación digital del país, se estableció el Programa España Digital 2025, un ambicioso plan diseñado para generar un cambio tecnológico sostenible que convierta a la transformación digital en el motor que impulse la recuperación y aumento de la economía nacional.
El Plan de Digitalización para PYMEs 2021-2025 incluye los siguientes ejes de actuación:
• Digitalización Básica para las PYMEs
• Apoyo a la Gestión del Cambio
• Innovación disruptiva y emprendimiento digital
• Apoyo a la digitalización sectorial
• Coordinación, eficiencias y reforma
Dentro de esos ejes estratégicos, existen dos que son clave: Innovación disruptiva y apoyo a la digitalización sectorial.
El primero se refiere al rediseño de procesos y el desarrollo de nuevos productos, servicios y modelos de negocio basados en datos y la adopción de tecnologías clave para la digitalización en los diversos sectores productivos. En el contexto de la transformación digital, la disrupción es un cambio en el modelo de negocio tradicional, el cual permite que la empresa mejore sus condiciones y su desempeño en comparación con el modelo anterior. Por ejemplo, las empresas de los sectores de finanzas, de seguros y de consultoría deben mirar más allá de las tecnologías que las mantienen relevantes y expandir su visión, de manera que puedan crear nuevas soluciones y servicios para sus clientes que sean mejores, más eficientes y productivas.
La digitalización sectorial implica el desarrollo de programas diseñados para sectores específicos de la industria, como el turismo, comercio y la industria manufacturera. En el sector turismo, el plan incluye el desarrollo de programas que permitan incorporar las soluciones e innovaciones tecnológicas a las empresas para mejorar sus modelos de negocio, incrementar su productividad y garantizar su sostenibilidad y prosperidad a largo plazo.
El sector manufacturero en España es diverso y productivo pero para impulsar su competitividad requiere adoptar la transformación digital. Para lograrlo, es necesario evaluar la madurez digital de cada empresa, aprovechar la información y los datos de los procesos de fabricación para estructurar nuevos modelos de negocio que mejoren la seguridad, la eficiencia operativa y reduzcan los costos.
Cómo enfrentar el reto de la transformación digital en España
Un encuentro organizado por Byte España para discutir el estado de la transformación digital destacó que el rol del CIO ha experimentado un cambio, siendo ahora no solo el garante del desempeño de las TI en la empresa, sino también el impulsor de una transformación digital ordenada y con metas claras. Primero se debe tratar de pensar en lo que se quiere cambiar y luego en cómo medir los beneficios de ese cambio.
En manos del CIO recae la implementación del proceso de transformación digital. Para lograrlo se necesita tener una idea clara de los objetivos que se pretenden lograr. El CIO debe tener una perspectiva de lo que sucede no solo en su empresa y su sector, sino en la economía en general.
El éxito de la transformación digital va a depender de contar con un talento capacitado para llevar a cabo el proceso con éxito. En muchas ocasiones esto implica contar con un aliado tecnológico capaz de crear y desarrollar soluciones y productos digitales de última generación ajustados a sus necesidades que permitan que su empresa pueda mejorar su rendimiento, efectividad, bajar costos y mejorar su productividad. La combinación del know-how de ambos actores permitirá consolidar el mejor plan en función de un objetivo común.
El desarrollo de soluciones innovadoras y versátiles por parte de un socio estratégico, conjuntamente con un plan de gestión del cambio que plasme los objetivos y fases de ejecución de la empresa es clave para el éxito. La transformación de la empresa debe ser un proceso continuo y que permita evolucionar con los tiempos y los cambios en los consumidores.
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